Desde la construcción del Castillo a finales del siglo XVI hasta la primera mitad del siglo XIX, es decir, durante poco más de 200 años, serían numerosas las personas que estuvieron encerradas en esta prisión. Algunas de ellas grabaron varios símbolos en los sillares que forman los montantes de la puerta.
Se trata de 14 conjuntos de símbolos en los que se representa las cruces del Calvario, es decir, la crucificción de Jesucristo y los ladrones.
Destaca el carácter de «protección» que representa la cruz hacia un futuro incierto, y también destaca la complejidad de los grabados ya que se les ha añadido detalles como la individualización mediante círculos, puntos, escudos heráldicos y cruces compuestas.