Desde un inicio la capilla del Castillo estaba dedicada a San Juan Bautista.
A pesar de tratarse de un oratorio privado, se sabe que los habitantes de Torredembarra le tenían una fuerte devoción, lo que produjo un litigio ante el arzobispo para que la declarara pública a finales del siglo XVIII.
Es seguro que estaba concluida el 12 de enero del año 1581, cuando se casó Francesca d’Icart Carcasona, hija del señor de Torredembarra, con Dalmau de Rocabertí.