El linaje Icart

Señoreó la baronía de Torredembarra desde el año 1391, cuando Pere de Icart la adquirió a la familia Olzinelles.

Participaron activamente en las guerras de Italia, sobre todo en Nápoles, y fueron recompensados con diferentes señoríos y otros privilegios. Destacaron por ser altos funcionarios reales y durante buena parte del siglo XVI, obtuvieron la dignidad de ostentar el cargo de alcalde general de Cataluña.

Con la muerte del último de los Icart, en 1658, se inicia la pérdida de importancia del señorío de Torredembarra que llega a su fin con su nieto, Andreu de Reart y de Icart, también bisnieto de una Queralt. Cuando en 1683, Andreu de Reart i de Icart heredó la casa de los Queralt, se cambió el nombre, pasó a llamarse Andreu de Queralt y fue nombrado Conde de Santa Coloma. Con él, el título de barón de Torredembarra y todo lo que comportaba el señorío, quedó sometido a un título mucho más importante, el de Conde de Santa Coloma de Queralt.

Lluís d’Icart i Agustí (1530-1580)

Promotor del Castillo. Hijo de Cristòfol de Icart y de Isabel de Agustí. A los 16 años se casó con Dionísia de Carcassona y de Queralt, señora de Almenar.

Llegó a ostentar los títulos de barón de Torredembarra; señor de Vespella, de Almenar, del castillo de Cunit y de la masía Farell de la cuadra de Segur; castellano mayor de Cubelles y castellano de Barberà y la Geltrú. Carlos V le nombró alcalde general de Cataluña, cargo que ocupó a partir del año 1552 y que ejerció con diligencia.

Se le considera uno de los miembros más destacados de la saga y consolidó el papel de la familia en el ámbito político y social. Murió en Tarragona y fue enterrado en la capilla de Sant Jordi de la iglesia de Torredembarra, también conocida como la “capilla de los señores”.